Historias de la farmacia

Bajamar 1975

27 de abril de 2021|Categories: Historias de la farmacia|

Bajamar era entonces un pueblo lleno de viejos mancos, cojos, tuertos. Veteranos alemanes de una guerra terminada hacía treinta años. Las cicatrices de los miembros amputados, como bocas selladas, se sumergían en el agua y el rumor del mar apagaba sus quejas.La farmacia del pueblo, destino turístico pujante, tiene una alarma demasiado sensible con una sirena que a veces se arranca sola con un aullido triste y prolongado.Una noche que la farmaceútica baja legañosa las escaleras de la casa situada encima para detener aquel bramido metálico encuentra a una señora algo ansiosa, el abrigo largo colocado aprisa sobre el camisón, una bolsa de mano donde luego dirá que lleva una muda de ropa y un cepillo de dientes. Mira inquieta a la farmacéutica. Pregunta:- Wo ist der Luftschutzkeller? No hay refugio antiaéreo, explica la farmacéutica, y piensa que hay cicatrices que no se ven pero tampoco se borran.

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