Una investigación advierte del infradiagnóstico de la deficiencia de esta molécula, clave en todas las funciones vitales, y aporta nuevas formas de analizar su concentración

Todo lo que hace el cuerpo humano, desde pensar hasta distribuir la sangre, requiere energía, y cualquier interrupción en su generación, función que recae principalmente en las mitocondrias (el orgánulo donde tiene lugar la respiración celular), está relacionada con una amplia gama de enfermedades. En estas factorías energéticas, que transforman el azúcar y la grasa, la coenzima Q10, una molécula popularizada por la industria cosmética, juega un papel fundamental, mucho más allá de los presuntos beneficios estéticos. Un estudio conjunto del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (Universidad Pablo de Olavide -UPO- y CSIC), del Laboratorio de Fisiopatología Celular y Bioenergética (UPO) y el Ciberer del Instituto de Salud Carlos III advierte de que la deficiencia de esta substancia está infradiagnosticada y propone nuevas fórmulas para analizar su presencia en la sangre y las necesidades de tratamiento.

Amplía información en este enlace al artículo de Raúl Limón en El País.

Foto: Una mujer muestra cápsulas de coenzima Q10. Professor 25 / Getty Images / Istockphoto.